Guirnaldas y limonada: las fiestas del Distrito Centro

Publicado el 6 de agosto de 2016
CENTROFIESTAS EN LOS DISTRITOS
Los vecinos del Distrito Centro preparan las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma. Los barrios de Embajadores, Latina y Lavapiés se vuelcan en la decoración de sus calles de cara a las fiestas de agosto.

El objetivo es tejer doscientos metros de guirnaldas para decorar las calles de Lavapiés durante las fiestas de San Lorenzo. Un grupo de vecinas y vecinos del barrio se sitúan en torno a cuatro mesas en el parque del Casino de la Reina, junto a la cuesta de Embajadores. Tijeras en mano, cortan banderines de tela o triángulos de papel de colores, mientras repasan sus vidas y ultiman los detalles de las fiestas que llevan meses preparando.

Poner el barrio guapo es también una forma amena de pasar la tarde unos días antes de que empiecen las fiestas de agosto, las que enlazan las fiestas de San Cayetano (del 2 al 8), San Lorenzo (del 9 al 11) y La Paloma (del 12 al 15), en el distrito Centro. Durante muchos años, la palma se la han llevado los vecinos de la calle del Oso, del barrio de Embajadores, que tiran metros de cuerda y los llenan de mantones de Manila, banderines y borlas. 

Entre grapas, rotuladores y tijeras no ha faltado la limonada, otro clásico de estas fiestas. Las conocidas Fiestas de la Paloma rememoran el Madrid de las Zarzuelas y los sainetes de Ramón de la Cruz, Ataúlfo Argenta o Ruperto Chapí, pero hace tiempo que esos tradicionales concursos de trajes goyescos, manolos o chisperos conviven con pasacalles de danza africana, con escenarios de verbena y de pachanga.

Este año, los Dragones de Lavapiés –un club de fútbol por la inclusión y contra la violencia– serán los encargados de dar el pregón de las fiestas del Distrito Centro. En 2015 lo dieron las Trabajadoras Sociales de estos barrios. A sus dificultades del día a día, los vecinos y vecinas del centro oponen un trabajo cotidiano para reivindicar la alegría y la convivencia en estas calles.

Mientras un grupo de niños y niñas hacen una pancarta “por una Cultura popular”, otros vecinos aprenden a hacer molinillos de colores que colocarán junto a los banderines y los pañuelos. Toca hacer recuento de los adornos que se han fabricado y alguien extiende la cuerda de guirnaldas para comprobar si mide los doscientos metros necesarios. "¡Pero si no son ni veinte!", dice entre risas una de las vecinas. No importa. Cuando comiencen las fiestas todo estará listo.

 

Más información y programa de fiestas: http://www.esmadrid.com/fiestas-agosto-madrid

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